Blog del escritor Gabriel Rodríguez Morales

martes, 14 de agosto de 2018

En recuerdo de Mercedes Formica y su artículo "El Domicilio Conyugal"

    En Cádiz, en 2014, se inauguró un busto de la jurista Mercedes Formica en la plaza del "Palillero". Con el cambio de signo político del Ayuntamiento, en el año 2016 retiraron el busto. El nuevo alcalde, José María González, justificó la decisión en que podía ser dañado, por lo que era mejor retirarlo al interior del Centro Integral de la Mujer; pero días más tarde, la entonces concejal delegada del Área de la Mujer y del Mayor, Ana Camelo, dijo que se retiró porque "La mujer que defendía Formica era una mujer abnegada, fiel a la obra de Franco, responsable de su hogar, esposa y madre perfecta. Y Formica militaba y formaba parte de la dirección de la Falange, un partido fascista que, durante el golpe de estado, derrocó un gobierno legítimo e impuso una dictadura de 40 años quitando a una República (...) No es el tipo de mujer que estamos defendiendo, y por eso he quitado el busto de Mercedes Fórmica". Sin embargo, en mi opinión, Formica no encaja dentro de lo que sería una franquista ni con la descripción que hizo en su momento la concejal.

    Curiosamente, en 2016 en Madrid, el Ayuntamiento, de mismo signo político que el de Cádiz, aprobó poner una calle con el nombre de "Mercedes Formica", cambiando al anterior: "Caídos de la División Azul". Aunque dicho cambio de denominación fue anulado por un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Madrid en 2018 por no ser ajustado a derecho al no encajar dentro de los preceptos de la Ley de Memoria Histórica, resulta curioso como en Cádiz se esconde a Formica y en Madrid se le quiera poner una calle.

    Para aclarar un poco quién fue Mercedes Formica y su aportación al derecho civil y procesal de España, voy a reproducir un artículo que publiqué en la Revista Cultural Tántalo nº69 (septiembre de 2013), editada por la Asociación Cultural Tántalo.

EL ARTÍCULO "EL DOMICILIO CONYUGAL" DE MERCEDES FORMICA Y SU INFLUENCIA EN LA REFORMA DEL CÓDIGO CIVIL DE 1953 EN MATERIA DE DERECHOS DE LA MUJER Y DERECHO DE FAMILIA    

    El 7 de noviembre de 1953 se publicó del artículo “El Domicilo Conyugal” en el diario ABC. En el mismo, una abogada gaditana llamada Mercedes Formica propugnaba que el domicilio del matrimonio dejara de ser considerado jurídicamente como “casa del marido” y pasara a ser el “domicilio conyugal”.

Mercedes Formica. Los orígenes.

    Mercedes Formica-Corsi Hezode (Cádiz, 1913 - Málaga, 2002) era hija de un ingeniero de origen catalán y de una andaluza que acabaron conformando una familia bien situada económicamente y perteneciente a la burguesía andaluza. En la familia eran seis hermanos, cinco mujeres y un varón. Mercedes vivió en Cádiz hasta los siete años, momento en el que se marchó a Córdoba, donde estudió en un colegio religioso y en el que empezó, junto a sus hermanas, a estudiar el bachiller. Tras morir su hermana mayor marchó a Sevilla, donde estudió en otro colegio de monjas. Finalizando el bachillerato ingresó en la universidad (algo poco común para las mujeres de la época), matriculándose en derecho. En 1933, tras el divorcio de sus padres, marchó a Madrid para continuar sus estudios universitarios, donde culminó los dos cursos que allí realizó con matrícula de honor. Durante esos años comenzaron sus inquietudes políticas, interesándose especialmente por las desigualdades sociales y de sexo. Se afilió a Falange Española, donde fue nombrada delegada del Sindicato Español Universitario (SEU) de la facultad de derecho, siendo designada Delegada Nacional del SEU femenino en 1936. El comienzo de la Guerra Civil le sorprendió en Málaga y tras la muerte de José Antonio Primo de Rivera y el crecimiento descontrolado de La Falange abogó por una disolución del grupo para que el nuevo régimen político surgido de la guerra no se aprovechara del mismo y desvirtuara su ideología social. A pesar de que esto no se produjera se mantuvo dentro de la Falange y se centró en la Sección Femenina de Falange y el Auxilio Social. En 1939 se casó con el editor sevillano Eduardo Llosent y Marañón (1905-1997) y al contrario que muchas mujeres que abandonaban su trabajo tras el matrimonio, Mercedes acabó doctorándose en Derecho y en Filosofía  y Letras, ejerció como abogada y luchó por acabar con las trabas jurídicas impuestas a la mujer, como las que le impidieron, por ejemplo, dedicarse a la carrera diplomática. Fue admirada dentro y fuera de España hasta el punto de que Robert Capa encargó un reportaje fotográfico titulado World of Women en el que se analizaban los perfiles de mujeres extraordinarias de diferentes países, siendo Mercedes la elegida para el caso de España y cuyo reportaje realizó Inge Morath. 

Portada de Escucho el silencio. Las memorias de
Mercedes Formica durante la década de 1940. Editorial Planeta, 1984.

“El Domicilio Conyugal” y “La Reformica”.

    El 7 de noviembre de 1953, el periódico ABC publicó el artículo titulado “El Domicilio Conyugal” que giraba, fundamentalmente, en la imposibilidad de que la mujer fuera la adjudicataria del domicilio del matrimonio sea cuál fuera la causa de separación. Uno de los puntos centrales del artículo decía así: «Nuestro Código Civil, tan injusto con la mujer en la mayoría de sus instituciones, no podía hacer una excepción con la esposa, y la casada que se ve en trance de pedir la separación; aún en aquellos supuestos en que su inocencia está comprobada, ha de pasar por el previo depósito, que en este caso habrá de ser realizado fuera del domicilio conyugal, y ya el proceso de separación en  marcha, el Juez le entregará, o no le entregará, los hijos, los bienes muebles, fijará una pensión alimenticia, pero lo que ningún magistrado sentenciará -entre otras razones porque carece de facultades para ello- es que sea la esposa la que permanezca en el domicilio común y sea el marido culpable el que lo abandone (...) Los señores jueces deberían tener facultades para otorgar la titularidad del domicilio conyugal al cónyuge inocente, en este caso a la esposa, ya que, en definitiva, el domicilio conyugal es la casa de la familia y no “la casa del marido” como dice la ley». El ABC era el periódico de mayor tirada en España y el artículo provocó multitud de reacciones y cartas a favor y en contra de la tesis de Mercedes. El mismo ABC inició una serie de entrevistas a juristas y ciudadanos dirigidos a conocer la opinión de los mismos sobre una posible reforma legal en ese aspecto. A raíz del artículo fue recibida por el general Franco, del que dicen apoyó las pretensiones de Mercedes. La reforma parecía imparable y el mismo presidente del Tribunal Supremo, José Castán Tobeñas, inició la apertura del año judicial de 1954 con las siguientes declaraciones: «Reconocemos la profunda transformación que en la actualidad experimenta la vida social, y dentro de ella, el papel de la mujer (...). No debemos aferrarnos, con actitud retrógrada, a las formas de vida que ya pasaron». El citado artículo periodístico abrió la puerta a una de las reformas más importantes del Código Civil de España, la realizada en 1958 y conocida como “La Reformica” en honro a su principal impulsora, Mercedes Formica. Esta reforma, siguiendo su Exposición de Motivos, afectó «principalmente al régimen del matrimonio, para acomodar nuestro ordenamiento al Concordato concertado el 27 de agosto de 1953 entre la Santa Sede y el Estado español; introduce algunas novedades en materia de adopción, que, caída en desuso en la época codificadora, ha llegado a adquirir una pujante vitalidad; aborda el problema de la capacidad jurídica de la mujer, que hace mucho tiempo se hallaba planteado,  modifica le regulación de los derechos sucesorios del cónyuge supérstite estableciendo un régimen más simple a la vez que aumenta participación viudal». Dicha reforma, aunque sigue manteniendo que «la posición peculiar de la mujer casada en la sociedad conyugal, en la que, por exigencias de la unidad matrimonial, existe una potestad de dirección, que la naturaleza, la Religión y la Historia atribuyen al marido», reconoce que «el sexo por sí solo no puede determinar en el campo del Derecho civil una diferencia de trato que se traduzca, en algún modo, en la limitación de la capacidad de la mujer a los efectos de su intervención en las relaciones jurídicas». Se realizan una serie de reformas, entre ellas las que afectan a la situación jurídica de la mujer y establece que es el juez en los casos de separación quién decide «cuál de los cónyuges ha de continuar en el uso de la vivienda común, teniendo en cuenta, ante todo, el interés familiar más urgentemente necesitado de protección» y «fijar discrecionalmente en poder de cuál de los cónyuges han de quedar todos o alguno de los hijos, y quién de aquéllos ejercerá la patria potestad».

Solapa de Escucho el silencio. Las memorias de 
Mercedes Formica durante la década de 1940. Editorial Planeta, 1984.
- Mercedes Formica tras “La Reformica”.

    Mercedes volvió a casarse en 1962 en segundas nupcias con el industrial José María Careaga y Urquijo. Durante varios años desapareció de la vida pública y se centró en el estudio histórico. Escribió numerosas obras y ensayos, como A instancia de parte (1955), ambientada en la ciudad de Cádiz y en la que se describía el distinto trato que se daba social y jurídicamente al adulterio en el caso de que el adúltero fuera un hombre o una mujer. También escribió varias novelas rosa bajo el seudónimo de Elena Puerto. Uno de los pocos reconocimientos públicos que recibió fue en 1997, cuando fue homenajeada en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Falleció en Málaga el 22 de abril de 2002 a causa del alzheimer. En el caso de Cádiz, la ciudad que la vio nacer, se encuentra el Centro de Documentación Bibliográfica Mercedes Formica (dentro del Centro Integral de la Mujer) con recursos y fondos bibliográficos locales sobre mujeres. Además, en la misma ciudad de Cádiz, se puso en el año 2006 una calle con el nombre de la ilustre jurista gaditana. A su vez, en Málaga y Las Rozas (Madrid), hay calles que llevan como rótulo “Mercedes Formica”. Como dijimos, en 2016 retiraron el busto de la plaza del Palillero de Cádiz. En 2018, el Ayuntamiento de Madrid cambió el nombre de la calle "Caídos de la División Azul" por el de "Mercedes Formica".

    Descrita por Francisco Umbral como «reina literaria de la nostalgia y el feminismo nacional sin gritos», muchos han destacado el olvido y el escaso reconocimiento por parte de las instituciones que recibió durante su vida y tras su muerte.



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