Blog del escritor Gabriel Rodríguez Morales

miércoles, 29 de agosto de 2018

Poesía y literatura deportiva (1): 1928-2018: 90 años de la "Oda a Platko" de Rafael Alberti

    Era el 20 de mayo de 1928 y el F.C. Barcelona y la Real Sociedad de San Sebastián jugaban la final de la Copa del Rey en los Campos de Sport de El Sardinero, en Santander. El portero titular del F. C. Barcelona era el húngaro Ferenc Plattkó Kopiletz (1898-1983), más conocido como Franz Platko y apodado el "Oso Rubio". Las crónicas cuentan que el partido fue violento en el campo de juego y en las gradas. En una jugada, el delantero Ignacio María Alcorta, apodado "Cholín", se dirigía hacía la portería azulgrana con la intención de marcar un gol, pero Platko se lanzó hacia sus pies y atrapó el balón, llevándose una gran patada en la cabeza. El portero se llevó seis puntos de sutura, pero siguió jugando con un vendaje en la cabeza que perdió durante la contienda. Acabó el partido, pero tras el mismo tuvo que ser hospitalizado.

Platko, mientras le era aplicado el vendaje.
    
Platko en la cama del hospital siendo visitado por el jugador Samitier y por Carlos Gardel.
     El partido terminó en empate a un gol y tuvo que llevarse un partido de desempate dos días después que también acabó con empate a uno. El 29 de junio se jugó el tercer partido, que ganó el Barcelona por tres goles a uno.

    Durante el primer partido de la final, el poeta Rafael Alberti (1902-1999), que estaba viendo el partido, quedó impresionado por el encuentro y, sobre todo, por la valentía de Platko. Emocionado, escribió un poema titulado Oda a Platko. En el poema se utilizan términos épicos, como los poemas que se dedicaban a los dioses o guerreros. Es uno de los más famosos ejemplos de poesía deportiva. El poema fue publicado en el periódico La Voz de Cantabria en primera página y aquí lo reproducimos:

Nadie se olvida, Platko,
No, nadie, nadie, nadie
Oso rubio de Hungría
Ni el mar,
Que frente a ti saltaba sin poder defenderte
Ni la lluvia, Ni el viento que era el que más
Regía.
Ni el mar ni el viento, Platko
Rubio Platko de sangre, guardameta en el polvo,
Pararrayos.
No, nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire
Camisetas reales,
Contrarias, contra ti, volando arrastrándose,
Platko, Platko lejano,
Rubio Platko tronchado,
tigre ardiendo en la yerba de otro país,
¡tú llave, Platko, tu, llave rota
Llave áurea caída ante el pórtico áureo!
Volvió su espalda al cielo,
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas, sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
Se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
Sangrando por ti, Platko,
Por tu sangre de Hungría,
Sin tu sangre, tu impulso, tu parada,
Tu salto,
Temieron las insignias.
Ni el final: tu salida,
Oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡Oh Platko, Platko, Platko,
Tú tan lejos de Hungría!
¿ Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte?
Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.

Platko seguiría jugando hasta 1933, retirándose en el Basel de Suiza. Proseguiría su carrera como entrenador, dirigiendo a equipos tales como el F.C. Barcelona, el Boca Juniors, el River Plate, el Colo-Colo o la selección nacional de Chile y de Estados Unidos. Falleció en Chile, con ochenta y cuatro años, a causa del cáncer.
Franz Platko (1898-1983)

No hay comentarios:

Publicar un comentario